El nuevo capítulo olímpico, con Kirsty Coventry al frente

Los medios del mundo aseguran que 2025 marcó un punto de inflexión para el Comité Olímpico Internacional (COI).

Kirsty Coventry, siete veces medallista olímpica de natación de Zimbabue, fue elegida décima presidenta de la institución.

La protagonista de esta historia ganó el 20 de marzo la elección y se convirtió en la primera mujer y la primera africana en liderar el Movimiento Olímpico mundial.

Sumó 49 votos en la primera vuelta y el presidente saliente, Thomas Bach, elogió la elección como una demostración de unidad.

Coventry reflexionó sobre la trascendencia del momento, al expresar: “Un momento extraordinario. Siendo una niña de nueve años, nunca imaginé que algún día estaría aquí, contribuyendo a este increíble movimiento nuestro”.

Coventry comenzó su mandato informándose acerca de las corrientes subyacentes dentro del COI, afirma un extenso análisis de la agencia de noticias Xinhua.

“La manera de construir un equipo exitoso es que todos sientan que están teniendo éxito individualmente. Gran parte de este proceso se basa en escuchar y luego obtener la opinión colectiva de todos”, explicó Coventry sobre la decisión de una actividad que ideó y llamó “Pausa y Reflexión”.

Coventry anunció la creación de cuatro grupos de trabajo: analizan los Juegos Olímpicos de la Juventud, el programa olímpico, las alianzas comerciales y el marketing, además del delicado tema de la protección de la categoría femenina.

“Hemos creado un grupo de trabajo para analizar la protección de la categoría femenina. Es un debate con base científica y médica. Algunos podrían estar adelantándose. Necesitamos permitir que los expertos finalicen su trabajo”, destacó la flamante presidenta del COI.

En otros aspectos, la dirigente decidió adaptarse a las tendencias modernas sin comprometer los valores fundamentales, con la bandera de “seguir innovando sin comprometer los principios”.

Su visita de noviembre, que incluyó la asistencia a los Juegos Nacionales de China, le sirvió tanto para regresar al país donde ganó una medalla de oro, tres de plata y estableció dos récords mundiales en los Juegos Olímpicos de 2008, como para interactuar con un importante socio olímpico.

“Cada vez que hablo de Pekín 2008, me sale una gran sonrisa. Me dio muchísimo”, describió.

Durante el viaje, se reunió con los principales patrocinadores chinos, Alibaba, TCL y Mengniu, lo que reforzó los lazos comerciales.

“Todos hablaron de valores que se alinean perfectamente con lo que representa el Movimiento Olímpico”, expresó, comprometiéndose a profundizar la colaboración para que “las mejores prácticas se puedan compartir con el resto del mundo”.

La primera gran prueba de su administración es inminente con los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina 2026.

Los Juegos presentan desafíos logísticos debido a su dispersión geográfica, pero Coventry manifestó su compromiso de asistir a los eventos en las sedes dispersas.

“Haremos todo lo posible y creo que, en este momento, con la agenda en la que nos encontramos, sí, ese es el plan”, declaró a The Associated Press a principios de diciembre.

Más allá de la logística, se enfrentó al desafío persistente de salvaguardar la neutralidad del Movimiento Olímpico en un panorama geopolítico fracturado, un principio que defendió con vehemencia como candidata.

La postura de su administración se puso a prueba definitivamente con la cuestión de los atletas de Bielorrusia y Rusia.

En septiembre, el COI confirmó que se les permitiría competir en Milán-Cortina 2026 como Atletas Neutrales Individuales (AIN), bajo las mismas condiciones que para París 2024.

“Esto no será nada nuevo. Nada ha cambiado”, declaró Coventry.

Esta decisión refleja directamente su énfasis anterior en que “es esencial que el COI mantenga su neutralidad y garantice que la política no interfiera con las oportunidades de los atletas de competir”.

EI/RGB

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