Año de claro desgaste para la coalición de gobierno liderada por Olaf Scholz.
El malestar con la situación económica y social de Alemania, en recesión, con elevada inflación y disputas en el seno del gobierno, hace perder 11 puntos de intención de voto a los tres partidos presentes en el ejecutivo, que apenas suman ahora un par de puntos más que los democristianos. La CDU/CSU se destaca en primera posición, doblando a los socialdemócratas del canciller Scholz, que pierden más de 10 puntos respecto a las elecciones de 2021.
Sin embargo, el principal beneficiado por el malestar social ha sido la ultraderechista AfD, que se sitúa en máximos históricos, más que doblando sus últimos resultados electorales.