Los democristianos, liderados por Friedrich Merz, se sitúan en primera posición a apenas 3 meses de las elecciones federales, que serán adelantadas al 23 de febrero de 2025, tras la ruptura del gobierno de coalición y la previsible derrota del canciller socialdemócrata Olaf Scholz en la moción de confianza que se celebrará el próximo mes en el Bundestag.
Los democristianos podrían hacerse con el liderazgo del próximo gobierno federal, ya sea en coalición con el SPD o los Verdes, con los que podría sumar mayoría en el Bundestag (al menos, con los datos actuales).
La ultraderechista Alternativa para Alemania lideraría en tal caso la oposición, al ser la segunda fuerza política del país, gracias en buena medida a su gran crecimiento en el este.
De acuerdo con la última media de encuestas electorales, los democristianos se sitúan con un 32,5 % de intención de voto, mejorando en unos 8 puntos el resultado de las últimas elecciones. AfD crece en la misma medida y alcanza el 18 %, situándose en segunda posición, con una ventaja de un par de puntos sobre el SPD, que acumula una caída de 10 puntos, quedándose con un 15,5 %. Este porcentaje, que representaría el peor resultado de los socialdemócratas desde 1887, sigue alimentando el debate interno en el partido sobre si mantener la candidatura de Scholz o cambiar por figuras como el popular ministro de Defensa, Boris Pistorius. Los Verdes también sufren el desgaste de estos años de gobierno y bajarían 3 puntos hasta el 11,5 %. La izquierda nacional-conservadora de la Alianza Sahra Wagenknecht baja hasta el 6,5 %, rompiendo su tendencia al alza. Por debajo de la barrera electoral se quedarían los liberales del FDP, con un 4 %, y el Die Linke, con un 3,5 %, que aspira a volver a conseguir representación a través de la victoria en 3 distritos uninominales.
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