Carlos Raimundi destacó la figura del PAPA Francisco como «un líder moral, ético y político extraordinario»

Quien fuera embajador argentino ante la OEA, el abogado y dirigente del Frente Grande, Carlos Raimundi, realizó una profunda reflexión sobre la figura de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, a quien calificó como “un líder moral, ético, político y espiritual extraordinario”.

Durante su análisis, Raimundi remarcó la importancia de su legado en un contexto mundial marcado por la fragmentación social, el individualismo y la deshumanización.

“Yo no soy una persona religiosa practicante, pero tengo formación cristiana. Y aún desde esa distancia debo reivindicarlo como un líder moral de enorme trascendencia”, expresó Raimundi. En su mirada, Francisco encarnó una transformación en el modo de vincular a la Iglesia Católica con las realidades más humildes y las injusticias históricas.

Recordó también que el Papa, al asumir, eligió llamarse Francisco, en homenaje a San Francisco de Asís, y por la fuerte impronta de los jesuitas, orden religiosa a la que pertenecía. Según Raimundi, esa elección no fue casual: “Los jesuitas jugaron un rol particular en el proceso latinoamericano, muy distinto del modelo de la conquista”, afirmó.

Uno de los momentos que más destacó Raimundi fue el histórico pedido de perdón que Francisco realizó en Bolivia en 2015, durante el Encuentro Mundial de Movimientos Populares, donde reconoció los crímenes cometidos por la Iglesia durante la colonización de América Latina. “Fue la primera vez que la Iglesia pidió disculpas por las atrocidades cometidas en la conquista. Eso marca su coherencia y su sensibilidad hacia los pueblos”, indicó.

Asimismo, valoró especialmente la actitud del Papa hacia los migrantes, su apertura hacia otras religiones y su permanente contacto con los sectores más vulnerables: “Siempre puso a la persona en el centro. En un tiempo donde todo pasa por la tecnología, el impacto y la velocidad, Francisco nos recordó que la dignidad humana está por encima de todo”.

En un tono más personal, Raimundi compartió una anécdota emotiva: recordó que tuvo la oportunidad de dialogar con Francisco el 30 de mayo del año pasado, apenas un día antes de su visita a una cárcel. «Fue una conversación de corazón a corazón. Es un hombre que deja una huella imborrable», relató.

Finalmente, remarcó que la autoridad del Papa no se sostuvo solo en su investidura, sino en su trayectoria pastoral, académica y formativa: “Construyó respeto genuino. Para un país como Argentina, donde tantas veces se mezclan la descalificación y el odio, su figura representa un mensaje que deberíamos valorar mucho más”.

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