La tensión en la Universidad Católica de La Plata (UCALP) se intensifica mientras los delegados del S.O.E.M.E. Roberto Martín Lavat y Luis Petraglia denuncian una severa discriminación salarial entre las distintas sedes de la institución.
En una entrevista exclusiva con INFOLAPLATA , los representantes de los trabajadores no docentes compartieron su frustración por la falta de avances en las negociaciones salariales y la ausencia de un convenio colectivo actualizado desde hace meses.
Diferencias Salariales Injustificadas
Desde hace más de dos años, los trabajadores de la sede de La Plata han venido luchando para igualar sus salarios con los de sus compañeros en las sedes de Bernal y San Martín. Roberto Martín Lavat explicó que la diferencia es significativa: «Hoy el básico promedio en la sede de La Plata es de 560.000 pesos, mientras que en Bernal y San Martín es de 700.000 pesos. No estamos pidiendo 1.200.000 pesos, sino simplemente equiparar lo que cobra un compañero en Bernal y San Martín».
Luis Petraglia detalló que la brecha salarial entre las sedes ha sido una constante desde principios de los años 2000. «Hace poco más de dos años, en marzo de 2022, comenzamos a organizarnos para enfrentar esta discriminación salarial. Aunque hemos logrado algunas mejoras, el salario promedio en nuestra sede sigue siendo un 30% menor en comparación con Bernal y San Martín».
Falta de Acuerdo y Medidas de Fuerza
El conflicto se agudizó en junio y julio de 2024, cuando la universidad ofreció un aumento de solo el 5,7% en un contexto de alta inflación. «Nos ofrecieron una mejora salarial insuficiente, que no resolvía el problema central: la igualación salarial», afirmó Lavat. Los trabajadores presentaron tres propuestas diferentes para la igualación de sueldos, pero la universidad solo respondió con la promesa de discutir el asunto en una reunión del Consejo Superior programada para el 8 de agosto.
Petraglia relató la respuesta de la universidad: «El 8 de agosto, el Consejo Superior anunció que solo acompañarían la recomposición salarial teniendo en cuenta la inflación, pero sin comprometerse a un aumento significativo. Además, advirtieron que no podían ofrecer el porcentaje solicitado por temor a poner en peligro las fuentes laborales».
Como resultado de esta falta de acuerdo, los trabajadores realizaron una asamblea el 10 de agosto, donde decidieron implementar medidas de fuerza para presionar por una solución. «La situación es insostenible. No podemos seguir trabajando con una brecha salarial tan amplia y sin un convenio actualizado», concluyó Lavat.
Dudas y Críticas
Los delegados también cuestionaron las explicaciones de la universidad sobre las diferencias salariales. «Nos dicen que en Bernal y San Martín pueden pagar más debido a su perfil económico y de los alumnos, pero esta justificación parece insuficiente», comentó Petraglia. Lavat coincidió, sugiriendo que la diferencia podría ser un capricho más que una decisión basada en necesidades económicas reales.
Finalmente, los delegados expresaron su preocupación por la falta de un marco paritario claro y la aparente falta de interés de la universidad en resolver el conflicto. «Lo que pedimos es justo y necesario para que todos los trabajadores de la UCALP reciban el mismo reconocimiento y salario por el mismo trabajo», enfatizó Lavat.
El conflicto en la Universidad Católica de La Plata sigue sin resolución y el futuro de las negociaciones parece incierto, a medida que los trabajadores continúan luchando por una igualdad salarial que ya consideran un derecho fundamental.