Contundente declaración por la educación pública, inclusiva y de calidad

Por unanimidad, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata aprobó esta mañana una contundente Declaración Institucional impulsada por la Presidencia de esta casa de estudios en apoyo a la EDUCACIÓN PÚBLICA. El documento, firmado por todos los representantes de los distintos claustros, ATULP, ADULP y FULP ratifica el compromiso con una universidad que representa la posibilidad cierta de progreso para la sociedad y para miles de jóvenes que cursan en sus aulas.

El texto aprobado por todos los consejeros superiores de la UNLP, comienza con un párrafo que contiene un fragmento de la promesa fundacional de Joaquín V. González sostiene: “… y La Plata será también, de hecho, una ciudad universitaria, como ya lo es, acaso, en la convicción popular. Y como este calificativo ha de justificarse por la existencia en su seno de una gran universidad… Reflejará la universidad nueva el estado presente de la cultura científica de la humanidad, y en ninguna de sus enseñanzas será una extraña para las aspiraciones del espíritu de nuestros pueblos, de nuestro continente y de nuestra familia de nacionalidades americanas: será una universidad actual, para todas las direcciones del pensamiento moderno”.

Además, afirma categóricamente que “resulta necesario sostener y aumentar la inversión en ciencia y tecnología, consolidando las agencias públicas nacionales y provinciales de investigación y desarrollo científico y tecnológico, de reconocimiento y prestigio mundial unánime. Sin ellas no hay desarrollo autónomo y soberano que permita soñar con un futuro de prosperidad para la Argentina.

La Declaración también remarca que: “como en aquellos momentos fundacionales a principios del siglo pasado, seguimos sosteniendo que la educación pública es una herramienta imprescindible para la consolidación de una sociedad democrática y para el progreso de nuestro pueblo”.

Al hacer uso de la palabra, el presidente de la UNLP, Martín López Armengol, destacó la importancia de mostrar a la educación pública en general y a la educación superior en particular como un pilar indispensable de nuestra identidad nacional, como un derecho humano universal y como un bien social”.

Armengol resaltó la trascendencia de “aprobar este documento que reúne, identifica y representa a todos los integrantes de nuestra comunidad universitaria”. Es una declaración política que nos muestra como Universidad Pública, encontrando consensos en los temas importantes”.

“Son épocas de mostrar a la educación pública, de convencer a toda la sociedad sobre la importancia de lo que hacemos en las aulas, en los centros de investigación, en los institutos y en el territorio”, dijo el presidente.

En otro orden, la petición firmada por el Consejo Superior sostiene: “Cada año, más de diez mil graduadas y graduados en distintos niveles de enseñanza y de las más diversas disciplinas suman su capacidad profesional para construir una patria más próspera, solidaria y soberana. Avanzan en sus estudios en un ambiente de intensa producción científica y académica, con más de 150 unidades de investigación y desarrollo que posicionan a nuestra universidad entre las mejores del mundo de acuerdo a todos los rankings internacionales”.

“El compromiso de nuestra comunidad abraza a quienes tienen más dificultades económicas, garantizando la inclusión y la igualdad de oportunidades con la provisión de un sistema de apoyo que incluye el más importante comedor universitario de Argentina y un albergue que provee alojamiento gratuito a jóvenes de todo el país que de otra manera quizás no podrían soñar con cursar y terminar sus estudios superiores”, dice la Declaración.

“Ese compromiso también se expresa en incontables actividades de extensión universitaria que conjugan la enseñanza con la solidaridad activa y permanente en sedes barriales distribuídas en el territorio; en el desarrollo de propuestas de formación más breves en la Escuela de Oficios y en otras iniciativas como las diplomaturas universitarias que mejoran las oportunidades de trabajo digno para quienes no tienen la posibilidad de invertir los años que requiere una formación de grado; en la constitución del Consejo Social, que articula con organizaciones sociales y promueve una agenda común de enseñanza, investigación y extensión; en sus propuestas de salud hacia la comunidad que se expresa, por ejemplo, el hospital odontológico que atiende gratuitamente a 2000 personas por día, entre muchísimas otras iniciativas con una clara orientación hacia los sectores más vulnerables”.

“La permanente transferencia científica y tecnológica tanto hacia el sector público como al privado produce desarrollos innovadores que se traducen en nuevas empresas con un componente de conocimiento que las distingue, y en iniciativas que permiten superar la dependencia de otros mercados. Las fábricas de la universidad son modelos de integración entre conocimiento y actividad productiva, y al mismo tiempo constituyen experiencias abiertas cuya tecnología, equipamientos y procesos están disponibles para ser replicados y aprovechados por gobiernos y por privados. Nuestra universidad produce desde alimentos hasta satélites, desde casas hasta medicamentos y vacunas. Desarrolla también, en conjunto con Y-Tec y el CONICET, la primera fábrica de baterías de litio de América Latina, con el objetivo de promover la transformación de una economía meramente extractiva a otra con altísimo valor agregado”, sostiene la Declaración.

“Este modelo de universidad, además, ha concitado el acuerdo de prácticamente todos los sectores de nuestra comunidad. Agrupaciones estudiantiles, de docentes, de Nodocentes y de graduados, de sus diecisiete facultades y de sus cinco colegios, con identidades e historias diversas y con distintos posicionamientos frente a las cambiantes coyunturas nacionales, hemos, sin embargo, coincidido en un conjunto de principios fundamentales que definen a la Universidad Nacional de La Plata: pública, gratuita, reformista, de excelencia, que articula enseñanza con ciencia, tecnología, arte, extensión, producción y salud, que hace propias todas las luchas por mayor inclusión y por alcanzar niveles crecientes de igualdad en una sociedad con enormes desigualdades en su seno, y que se cogobierna a través de representantes de sus claustros elegidos democráticamente”.

Y agrega: “este modelo de universidad, que constituye una referencia en la Argentina y en el mundo, es posible gracias al pacto democrático que asumió la sociedad toda hace 40 años y que es necesario ratificar de manera permanente. Sólo en una sociedad abierta y democrática pueden prosperar universidades como la nuestra que son una verdadera fábrica de futuro, individual y colectivo, garantizando el derecho a la educación superior. Un año electoral como el que estamos transitando es siempre una oportunidad de consolidar aquel pacto, así como también es el momento de reclamar a la dirigencia política comportamientos y mensajes que estén a la altura: respeto hacia quien piensa distinto, diálogo democrático con todos los sectores y búsqueda de soluciones pacíficas a los innumerables problemas y conflictos que atraviesan a nuestra sociedad”.

“La ratificación del pacto democrático requiere además la necesidad de preservar la memoria, buscar la verdad y exigir justicia para las víctimas del terrorismo de Estado cuyos perpetradores desataron una crueldad extraordinaria hacia nuestra comunidad”.

Y concluye: “Iniciamos esta declaración con un párrafo que contiene un fragmento de la promesa fundacional de Joaquín V. González. A 100 años de su fallecimiento, quienes integramos la Universidad Nacional de La Plata hacemos nuestro mejor esfuerzo por honrar esa promesa con nuestro trabajo y estudio, y para que cada nueva generación tenga las herramientas para construir una sociedad más próspera, más justa, más solidaria”.

Comité Universitario de Ética

El cuerpo aprobó además un Proyecto de Ordenanza para el Régimen de conformación y funcionamiento para el Comité Universitario de Ética en la Investigación en o con Seres Humanos y Comités Locales de Ética en la Investigación en o con Seres Humanos en facultades de la UNLP.

Se trata de un órgano interdisciplinario experto, encargado de considerar los proyectos o protocolos que fueran traídos a su conocimiento, emitiendo o rechazando el aval según corresponda; además de asesorar y emitir opiniones en materia de ética en la investigación en o con seres humanos en relación con las actividades de investigación, enseñanza y extensión en el ámbito de la UNLP.

Para el decano de Ciencias Exactas, Mauricio Erben, “es un avance fundamental en el respeto, desde la investigación y la extensión universitaria, hacia los seres humanos”.

“La creación de este régimen para la conformación de un Comité Universitario y comités locales en las facultades nos ubica en una posición de privilegio en cuanto a la posibilidad de articular con otros organismos científicos nacionales e internacionales”, subrayó.

El Comité Universitario de Ética estará integrado por una persona que ejerza su presidencia, otra que ejerza su secretaría y seis vocales en carácter de titulares y hasta el mismo número de suplentes, para garantizar una representación diversa de diferentes áreas del conocimiento y

Las propuestas de integración podrán ser elevadas por las Secretarías General, de Ciencia y Técnica, de Salud, de Vinculación e Innovación Tecnológica, de Asuntos Jurídico-Legales, de Derechos Humanos y Políticas de Igualdad, y por todas aquellas Unidades Académicas que puedan aportar experticias o roles específicos al comité.

La integración deberá observar que al menos 3 de sus integrantes, cumplan una función de investigación en el ámbito universitario con versación suficiente en metodología de la investigación.

Quienes sean propuestos como vocales para la integración del comité, deberán tener formación y experiencia en ética en la investigación en o con seres humanos o en áreas relacionadas con las funciones del comité, y deberán incluir al menos: una persona con versación suficiente en bioética, una persona con versación suficiente en investigación con seres humanos o profesional de la salud, una persona profesional del derecho, una persona con versación suficiente en protección de datos personales, una persona referente de Derechos Humanos y una persona representante de las distintas perspectivas, intereses y valores de la comunidad.

Serán competencias del Comité Universitario de Ética en la Investigación en o con Seres Humanos, entre otras:

– Considerar los proyectos o protocolos de investigación que involucren seres humanos, material biológico humano o datos personales y que le fueran elevados por los comités locales constituidos en cada facultad; pudiendo rechazarlos, observarlos o avalarlos. Podrá también, cuando lo juzgue conveniente, realizar acciones de seguimiento de los proyectos avalados.

– Asesorar y emitir opiniones, a requerimiento de los comités locales, en materia de ética en relación con las actividades de investigación, enseñanza y extensión universitaria que impliquen estudios en o con seres humanos, utilización de sus datos personales o de muestras biológicas de origen humano.

– Resolver, en caso de duda, cuál de los comités locales resultará competente para intervenir en cada proyecto o protocolo en razón de la pertinencia disciplinar.

– Proponer, formular y realizar estudios, investigaciones o recomendaciones en materia de ética en la investigación en o con seres humanos.

– Promover, planificar y coordinar acciones de capacitación, actualización de conocimientos en la comunidad universitaria y el personal de las áreas de la salud.

– Propiciar y participar en campañas de difusión, educación a la población, y realizar eventos sobre temas comprendidos en ética en la investigación en o con seres humanos.

– Difundir en la comunidad las implicaciones éticas de los avances científicos y sus aplicaciones y ofrecer la información precisa para comprender su alcance y sus posibles consecuencias.

– Sensibilizar a los diversos actores del ámbito académico y profesional, sobre la importancia de proteger de manera co-responsable los derechos, la seguridad, la autonomía, la dignidad y el bienestar de las personas, las poblaciones humanas y las instituciones que participan como sujetos de estudio o intervención en investigación científica, enseñanza, extensión y transferencia o que pudiesen ser afectados por el desarrollo de éstas.

– Actuar como órgano consultivo o asesor de la autoridad universitaria en cuestiones de ética en la investigación en o con seres humanos.

– Representar a la Presidencia de la Universidad en los foros y organismos internacionales y nacionales implicados en la temática.

Títulos Doctor “Honoris Causa”

El cuerpo aprobó por unanimidad entregar el título “Doctor Honoris Causa” de la UNLP a la señora Herenia MARTÍNEZ CÁMARA de SÁNCHEZ VIAMONTE, a propuesta del Consejo Directivo de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social

También se distinguirá con el mismo reconocimiento a la doctora Francia Elena MÁRQUEZ MINA, a propuesta del Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades; al licenciado Andrés Manuel LÓPEZ OBRADOR, a propuesta del Consejo Directivo de la Facultad de Trabajo Social y a la Asociación Civil “Archivo de la Memoria Trans”, a propuesta de la secretaría de Derechos Humanos y Políticas de Igualdad de la UNLP.

Por último, el cuerpo aprobó ad referéndum la propuesta de designación como Doctor Honoris Causa al doctor Mario Gerardo PIATTINI VELTHUIS, a propuesta del Consejo Directivo de la Facultad de Informática.

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