El sindicato SPIQyP (Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas) está trabajando para frenar los despidos en la planta de Alcalis de la Patagonia (ALPAT), ubicada en San Antonio Oeste, Río Negro.
La planta, que produce carbonato de sodio, enfrenta una caída en las ventas, lo que ha llevado a la empresa a intentar despedir a 4 operarios, aunque el sindicato asegura haber logrado frenar estos despidos por el momento.
La caída en las ventas de ALPAT está vinculada principalmente a la reducción del consumo interno, ya que la planta produce insumos esenciales, como el carbonato de sodio, utilizado en la fabricación de botellas de vidrio que abastecen a cervecerías y fabricantes de gaseosas. Debido a la crisis en estos sectores, la producción de ALPAT ha disminuido al 30% de su capacidad.
El jueves, en Buenos Aires, se llevará a cabo una reunión clave entre los representantes del SPIQyP y la empresa, con la mediación de autoridades laborales. En esta reunión, se discutirán posibles soluciones para la crisis de la planta, que incluyen una posible expansión hacia la industria del litio, dado que el carbonato de sodio es un insumo utilizado para separar el litio de la salmuera.
Sin embargo, el sindicato ha señalado que uno de los obstáculos para un acuerdo es que la empresa estaría considerando importar el carbonato de sodio en lugar de comprarlo localmente, lo que implicaría no adquirirlo de Fabián De Souza, accionista del grupo Indalo, que posee una parte de ALPAT y es un defensor de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
En 2023, ALPAT había logrado despachar carbonato de sodio al norte del país para abastecer a la industria del litio, destacando la calidad de su producto, que superó los estándares internacionales. Esta situación podría jugar un papel importante en la negociación que tendrá lugar esta semana.