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El Teatro Argentino continuará su temporada artística con un nuevo concierto sinfónico que se realizará el jueves 27 de octubre, a las 20.00, en el foyer del primer piso de este Centro Provincial de las Artes, ubicado en la Avenida 51 entre 9 y 10. Esta función integra el Ciclo “Primavera 2022”, enmarcado en el Programa “Las Cuatro Estaciones-Cultura del Abrazo”, promovido por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
El brasileño André dos Santos será el director invitado y se ofrecerán el Concierto para piano para la mano izquierda, en Re mayor de Maurice Ravel -con la polaca Anna Miernik como solista de piano- y la Sinfonía N° 3, en do menor, Op. 43, “El poema divino”, de Alexander Scriabin.
Continuará de este modo el ciclo integral de sinfonías de Scriabin, que el Teatro Argentino ha programado este año como homenaje al compositor ruso en el 150° aniversario de su nacimiento.
Las entradas gratuitas, con reserva online, se podrán obtener a partir del martes 25, a las 12, a través del link publicado en la Web y en las redes sociales del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y el Teatro Argentino.
Anna Miernik es una joven pianista polaca que ya se presentó en 36 países de cinco continentes, incluidas actuaciones en el Carnegie Hall de Nueva York y en la Ópera de Sidney. Recibió numerosos premios internacionales y grabó tres discos con obras del repertorio universal y composiciones de músicos polacos.
Al Concierto para la mano izquierda, en cambio, Ravel lo concibió entre 1929 y 1931. Fue escrito especialmente para Paul Wittgenstein -hermano de Ludwig, el célebre filósofo-, quien vio alterada su carrera como pianista con la amputación del brazo derecho debida a heridas de guerra. Es una pieza impactante en un solo movimiento que incluye dos temas opuestos que van variando permanentemente.
La tercera de las sinfonías de Alexander Scriabin (1872-1915) fue compuesta entre 1902 y 1904 y se estrenó en París en 1905. Está estructurada en una Introducción y tres secciones, denominadas “Luchas”, “Delicias” o “Voluptuosidades” y “Juego divino”, que se ejecutan sin pausas entre sí. El músico elaboró esta obra basándose en un extenso poema que el mismo escribió y del que solo se conserva actualmente una síntesis
