La Conferencia Episcopal Puertorriqueña alzó su voz de rechazo frente a las políticas implementadas por el gobierno contra los migrantes, calificándolas de “deshumanizantes, opresivas y discriminatorias”.
«El drama que viven inmigrantes e indocumentados en nuestra tierra tiene que ser la Cruz de todos los que profesamos nuestra fe en Cristo Jesús, que nos llama a acoger y practicar la caridad con aquellos que por diversas razones, muchas veces marcados por la violencia, la pobreza y las injusticias sociales tienen que abandonar su tierra y familias buscando un mejor porvenir». Lo escribe la Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP) tras el comienzo de un operativo federal en el Barrio Obrero de Santurce, en San Juan, el domingo 26 de enero de 2025.
A pocos días de implementarse nuevas políticas que ponen en condición de riesgo residencial a muchos migrantes e indocumentados de la nación, la CEP subraya que la situación se agrava ante «la lamentable realidad territorial colonial».
Los prelados exhortan a seguir la invitación del Papa Francisco a tomar conciencia y urgencia sobre la Casa Común donde se promueva el desarrollo y bienestar de todos, sin prejuicios ni exclusiones.
«Además -aclara el comunicado-, debe distinguirse claramente entre delincuentes comunes que huyen de la justicia y, por otro lado, quienes solo quieren trabajar y aportar al bien común del país al que llegan».
El Episcopado puertorriqueño repudia rotundamente las medidas que rozan la discriminación, violan derechos, destruyen familias y generan un panorama de desasosiego y desesperanza para los sectores más vulnerables.
Por este motivo, insta a las autoridades federales y estatales a buscar «soluciones verdaderas» a la realidad dramática de los migrantes. Asimismo, solicita que no se los prive de su libertad ni se mancille su dignidad e integridad de vida.
También el arzobispo de San Juan, Monseñor Roberto Octavio González Nieves sostiene, en una nota, que las intervenciones se realizaron ciegamente pues no consideran las necesidades humanas, espirituales, sociales y políticas que han forzado a tantas personas a dejar sus países de origen. Asimismo, pide a quienes no tienen su documentación al día a no salir de sus casas y a no permitir el ingreso de las autoridades si no les presentan una orden de allanamiento del Tribunal Federal. Por su parte, a aquellos migrantes cuya situación está regularizada, González recomienda llevar los papeles siempre consigo.
El Pastor sentencia que estas intervenciones «son una crueldad fundamentada en el prejuicio de unas políticas migratorias insensibles, inhumanas e inmorales»
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