Parolin: Con armas de la OTAN en Rusia la escalada sería incontrolable

El Secretario de Estado, en Milán para la presentación de un libro sobre Nogara, responde a los periodistas sobre la posibilidad de que se utilicen armas occidentales en territorio ruso: «Una perspectiva inquietante que debería preocupar a toda persona a la que le importe el destino del mundo». El cardenal confirma el compromiso humanitario de la Santa Sede con el retorno de los niños ucranianos.

Mientras en Europa se amplía el frente del «sí» y se alarga la lista de países que retiran la prohibición de utilizar armas de la OTAN en territorio ruso, el cardenal Pietro Parolin habla de una «perspectiva inquietante». Autorizar al ejército ucraniano a golpear a Rusia con armas suministradas por los países occidentales -hipótesis que centra la cumbre informal de ministros de Asuntos Exteriores – del 30-31 de mayo en Praga- conduciría, según el secretario de Estado, a «una escalada que nadie podrá controlar».

«Es una perspectiva verdaderamente inquietante», afirma el cardenal desde Milán, donde esta tarde, en la Biblioteca Ambrosiana, ha presentado un libro sobre Bernardino Nogara, el banquero italiano fundador del Ior, titulado «Al servicio de Italia y del Papa», editado por Angelo Caleca. El cardenal Parolin no oculta su preocupación por estos posibles escenarios; debería ser la misma preocupación, dice, de «toda persona que tiene en el corazón el destino de nuestro mundo». El riesgo es real.

Compromiso humanitario para el retorno de los niños ucranianos

Por su parte, la Santa Sede, en el contexto del conflicto ucraniano, mantiene su compromiso «en el plano humanitario», especialmente -explicó Parolin a los periodistas- en la cuestión del retorno de los niños ucranianos sustraídos a la fuerza. Un mecanismo que comenzó con la visita del cardenal Matteo Maria Zuppi, presidente de la CEI, el año pasado a Kyiv y Moscú y «que continúa de forma no muy rápida pero que está dando sus frutos». «Estamos trabajando en esas áreas, otros espacios no existen», subrayó el purpurado.

Las elecciones europeas, un ejercicio de democracia

Respondiendo a continuación a preguntas sobre las próximas elecciones europeas, el cardenal subrayó que la posición de la Iglesia «nunca es partidista» y que «no podemos manifestarnos a favor o en contra de unos u otros». Sin embargo, reiteró la importancia de «participar, emitir el voto, porque esto significa implementar y ejercer la democracia». Al mismo tiempo, hay que «tener en cuenta los valores de los candidatos que son cercanos, afines a la sensibilidad católica. Yo diría que estos son los principios a los que debemos atenernos».

Sobre las finanzas vaticanas, muchas exageraciones

Por último, fijándose en la figura y la obra de Nogara, «un hombre de Iglesia fiel al Papa, al Vaticano, que promovió un nuevo modo de gestionar las finanzas de la Iglesia», el cardenal Parolin ilustró qué cualidades se exigen a quien trabaja en el ámbito financiero: «Ser competente, honesto y transparente». El Secretario de Estado comentó también, solicitado por los periodistas, el estado de las finanzas vaticanas. Y si recuerda que «por parte del Papa ha habido un gran esfuerzo para poner en orden las finanzas», también es cierto que «ha habido también muchas exageraciones sobre las finanzas vaticanas, no digo fake news, pero ciertamente exageraciones».

Ofrendas a la Iglesia por el bien del pueblo

«Creo -agregó- que el trabajo realizado por el Papa puede ser beneficioso y permitir a la Santa Sede avanzar con serenidad, aunque evidentemente la situación general no sea particularmente favorable, sobre todo en lo que se refiere a las ofrendas de los fieles». Ofrendas que «tienden a disminuir», como en todas partes, «incluso a nivel de las diócesis».

Para el purpurado, «la receta» es la de «una mayor credibilidad por parte de la Iglesia, ser fiable y sentirse digna de confianza». Por otra parte, «la Iglesia hace mucho bien, no hay que olvidarlo. Y tener confianza en que gran parte de lo que se da va para el bien de la gente».

✍️ Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano