El Ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires, a través del programa Servicio Alimentario Escolar (SAE), ha elaborado una serie de recomendaciones con el fin de garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud de la comunidad afectada por la reciente inundación en Bahía Blanca.
Estas medidas, orientadas a prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos, incluyen pautas claras sobre el tratamiento y conservación de los mismos durante la emergencia.
Prevención de riesgos alimentarios en situaciones de emergencia
El equipo nutricional del SAE subraya la importancia de asegurar la inocuidad de los alimentos, especialmente en situaciones de emergencia, como la que se vive en Bahía Blanca. Para evitar enfermedades relacionadas con la ingesta de alimentos contaminados, se recomienda realizar una inspección exhaustiva de los productos disponibles. En particular, es necesario identificar y desechar los alimentos en mal estado, así como verificar que los envases estén en condiciones óptimas. Además, el SAE enfatiza que no debe probarse la comida para determinar su estado.
Este esfuerzo se lleva a cabo en coordinación con la Dirección de Industrias y Productos Alimenticios (DIPA) del Ministerio de Desarrollo Agrario, y está respaldado por la Subsecretaría de Políticas Sociales. El programa SAE tiene como objetivo atender las necesidades nutricionales de niños, niñas y adolescentes en las escuelas de la provincia, mejorando tanto su salud como su rendimiento escolar.
Recomendaciones para desechar alimentos dañados
El programa ofrece una serie de pautas sobre qué alimentos deben ser descartados para evitar riesgos para la salud:
- Alimentos perecederos: Deben desecharse aquellos que se encuentren en la heladera o freezer, tales como quesos blandos, quesos rallados, carnes (cerdo, pollo, vaca o pescado), leche fresca, yogures, huevos, frutas y verduras cocidas o congeladas, mermeladas y dulces de leche abiertos, y panificados como pan o tapas de tarta.
- Alimentos en contacto con agua de inundación o tormenta: Deben descartarse los alimentos cuyos empaques no sean herméticos o a prueba de agua, como paquetes de arroz, legumbres secas, fideos, azúcar, infusiones, frutas y verduras, entre otros.
- Alimentos en envases dañados: Se deben descartar alimentos en envases de cartón abiertos, como las cajas de leche en polvo o fórmula para bebés, y aquellos enlatados o con tapas dañadas, abolladas o abiertas.
Alimentos que se pueden conservar
Existen alimentos que, bajo ciertas condiciones, pueden ser conservados de forma segura. Estos incluyen:
- Alimentos no perecederos que no hayan estado en contacto con agua de inundación o tormenta.
- Quesos de pasta dura que también no hayan sido expuestos al agua.
- Latas y empaques herméticos (como tetrapacks o bolsas pouch) que hayan estado en contacto con el agua, siempre que los envases no estén dañados.
Para los alimentos enlatados o en empaques herméticos que hayan estado en contacto con agua, se recomienda seguir estos pasos:
- Retirar las etiquetas y anotar la fecha de vencimiento, el fabricante y el número de lote.
- Limpiar o cepillar la suciedad o barro adherido a los envases.
- Lavar las latas y empaques con agua caliente y jabón o detergente.
- Enjuagar con agua segura. Si hay dudas sobre la seguridad del agua, se debe tratar previamente.
- Sumergir las latas o empaques en una solución de agua y lavandina común (1 taza de lavandina por cada 5 litros de agua fría) durante 15 minutos y dejar secar al aire.
- Etiquetar las latas con la información antes anotada.
- Consumir estos alimentos lo antes posible.
Estas recomendaciones forman parte de un esfuerzo conjunto para garantizar que los alimentos sean seguros y no representen un riesgo para la salud de los habitantes afectados por la inundación en Bahía Blanca. La prevención y el cuidado en la manipulación de los alimentos son esenciales para evitar complicaciones en un contexto de emergencia.