La doctora Luciana Russo, médica nutricionista del Hospital del Niño Jesús, brindó importantes recomendaciones para asegurar una alimentación saludable y segura en los niños durante las celebraciones de fin de año.
Con el enfoque en la hidratación, una dieta balanceada y la higiene, Russo explicó cómo estos hábitos son esenciales para proteger la salud infantil frente al calor y los excesos típicos de estas fechas festivas.
En primer lugar, la doctora destacó que las altas temperaturas del verano requieren una especial atención a los hábitos alimenticios. «Es fundamental priorizar una alimentación variada y completa, con un énfasis en frutas y verduras, que no solo aportan nutrientes, sino también ayudan a la hidratación», señaló. Sugirió ofrecer frutas cortadas, ensaladas de frutas o helados frutales como opciones saludables y refrescantes.
Para los más pequeños, la leche materna o las fórmulas infantiles son claves para mantener una adecuada hidratación. «En el caso de los más chiquitos, la leche es una gran aliada para cubrir sus necesidades de líquidos», agregó Russo. Además, recomendó incorporar vegetales en preparaciones como ensaladas o purés, combinándolos con proteínas de fácil digestión como huevos o carnes magras.
En cuanto a las bebidas, la nutricionista advirtió sobre los peligros de las bebidas azucaradas, como jugos y gaseosas, que no solo reducen el apetito, sino que también dificultan una hidratación adecuada, especialmente durante el calor. Russo sugirió evitar su consumo y priorizar agua como la bebida principal.
También hizo hincapié en la importancia de garantizar agua segura para los niños. «Si no se cuenta con agua mineral, se puede sanitizar el agua potable utilizando lavandina, siguiendo siempre las indicaciones del prospecto. Es fundamental observar la orina de los niños para asegurarse de que están correctamente hidratados», comentó.
La higiene alimentaria y personal fue otro punto central de las recomendaciones de Russo. Subrayó la necesidad de lavar bien las manos y de sanitizar correctamente los alimentos crudos con agua y lavandina, especialmente para prevenir enfermedades gastrointestinales, que son comunes durante el verano debido a la contaminación por bacterias o toxinas.
Finalmente, en cuanto a las comidas típicas de fin de año, la doctora sugirió ofrecer a los niños porciones pequeñas, pero balanceadas. Un plato ideal debe incluir ensaladas, una fuente de carne magra como el asado y otras opciones saludables presentes en la mesa festiva. «Es importante mantener una hidratación adecuada y seguir prácticas de higiene para prevenir infecciones gastrointestinales», concluyó Russo.
Estas recomendaciones ayudan a disfrutar de las festividades de manera saludable y segura, asegurando el bienestar de los más pequeños durante esta temporada.