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El canciller Santiago Cafiero expuso esta mañana en la LXI Reunión ordinaria del Consejo del Mercado Común de los Estados parte del MERCOSUR y Bolivia, que se lleva a cabo en la ciudad de Montevideo, Uruguay, país que está concluyendo su Presidencia Pro Témpore del bloque regional, y que es preparatoria de los temas que luego analizarán y debatirán los Presidentes durante la cumbre de mandatarios de mañana martes.
En el plenario, junto a sus colegas del bloque y funcionarios de Economía, Cafiero sostuvo que “es importante que la agenda externa del bloque contemple los intereses exportadores de todos los socios y de todos nuestros sectores productivos. Para nuestros países, el crecimiento de las exportaciones es fundamental para el fortalecimiento de las economías, el empleo y el tejido productivo y social”.
“Durante este semestre hemos continuado impulsando nuestra agenda de manera conjunta, conforme lo establecen los tratados fundacionales del MERCOSUR. Hemos hecho avances sustanciales en los temas pendientes con Singapur, lo que nos permitirá suscribir el Acuerdo MERCOSUR – Singapur en los próximos meses, un instrumento de última generación que propiciará un incremento del comercio y las inversiones con un país ubicado estratégicamente en una de las regiones más dinámicas del globo”, explicó, acompañado por el el subsecretario del MERCOSUR y Negociaciones Económicas Internacionales, Federico González Perini, y el subsecretario de Asuntos de América Latina, Gustavo Martínez Pandiani.
En términos de comercio y economía, Cafiero subrayó que “no podemos desconocer la importancia que tiene el intercambio comercial intra-bloque en el MERCOSUR en materia de bienes industriales. El MERCOSUR constituye una herramienta clave para contrarrestar la tendencia a la ‘primarización’ de nuestras economías”.
En ese sentido, resaltó “los progresos en otras negociaciones en curso, como es el caso de la Unión Europea, o bien en trabajos preliminares que nos permitirán iniciar negociaciones próximamente, en regiones tan diversas como Asia y Centroamérica. Una mención especial merece el Acuerdo MERCOSUR – UE el que, en caso de suscribirse, será el instrumento comercial más trascendente para el bloque. Pese a que se trata de un acuerdo que, en nuestra opinión presenta riesgos, en particular para sectores industriales que deberán enfrentar la competencia de empresas europeas con mayores recursos financieros y tecnológicos, hemos continuado realizando todos los esfuerzos a nuestro alcance para concluir los temas pendientes”.
“La Unión Europea, por su parte, muestra poca flexibilidad, y ha planteado nuevas exigencias, derivadas de sus condicionamientos internos, que no habían estado en la mesa de negociación al momento de alcanzarse el Acuerdo en Principio en junio 2019. Asimismo, no debemos pasar por alto que la UE sigue avanzando con la aprobación del Pacto Verde y, en cada etapa, lejos de morigerar el alcance de las normas, las torna más gravosas para los intereses de países exportadores de bienes agrícolas y otras materias primas. Una vez que entren en vigor esta serie de normativas, muchos productos que componen la oferta exportable de los países del MERCOSUR se volverán más onerosos y algunos, incluso, quedarán fuera del mercado europeo, tornando irrelevantes las concesiones obtenidas de la UE en el Acuerdo. Esta situación debe ser planteada a la Unión Europea y debemos reclamar las compensaciones que correspondan”, sostuvo.
El canciller Cafiero destacó que “en el próximo semestre, bajo nuestra Presidencia Pro Tempore, continuaremos dando impulso a nuestra agenda externa y procuraremos encontrar soluciones a los temas pendientes con la Unión Europea. Tenemos, además, importantes negociaciones en curso, como es el caso de Canadá e Indonesia. Pero queremos puntualizar que daremos la debida prioridad a regiones en las que el MERCOSUR no tiene aún una marcada presencia y que ofrecen muchas oportunidades, no solo en productos tradicionales de nuestro patrón exportador sino también en bienes industriales con alto valor agregado y tecnología. Una de esas regiones es, sin duda, América Central y el Caribe, el paso lógico que el MERCOSUR debe dar para profundizar la integración en nuestra propia región, para luego proyectarse sobre otros escenarios de gran potencial, que nos esperan en el continente africano”.
Afirmó que “la negociación en bloque es más trabajosa y demanda más tiempo. Pero estamos convencidos de que la mejor estrategia no es apresurarse a cerrar acuerdos que, luego, profundicen nuestras brechas productivas y científico-tecnológicas con otros Estados o bloques. La política industrial sigue siendo clave para el desarrollo del empleo y la conquista posterior de mercados. Las negociaciones deben arrojar resultados equilibrados para todas las partes, de lo contrario, ningún acuerdo es viable y sustentable”.
El jefe de la diplomacia argentina puso de relieve que “lo que viene faltando aquí es el testimonio del concreto y recíproco reconocimiento de la importancia política que los Estados Parte del MERCOSUR nos hemos dado y plasmado en el Tratado de Asunción. Allí se expresa el compromiso de una cierta correspondencia política que aquí está faltando. No estamos observando una aspiración a la futura convergencia dentro del bloque. Por el contrario, vemos con preocupación que se emprende un camino que parece ser unilateral y que, muy probablemente, podría desembocar en una ruptura”.
Añadió en ese sentido que “mientras que en el comercio intra-bloque, si bien las MOI (Manufacturas de Origen Industrial) han perdido participación en términos históricos, continúan siendo el principal rubro exportado. Entre enero y mayo de 2022 (últimos datos disponibles), el 63% de las exportaciones intra-bloque del MERCOSUR fueron Manufacturas de Origen Industrial (MOI)”.
Según estadísticas oficiales, el comercio intra-zona en los últimos dos años tuvo un incremento de 38% en 2021 y de 20% interanual en los primeros nueve meses de 2022. Durante el 2021 el total comerciado al interior del bloque fue de USD 40.000 millones, cifra que se superará este año. Solo en los primeros nueve meses de 2022 se alcanzó un total de USD 35.000 millones, el mayor valor para ese período desde el año 2014.