Dos efectivos policiales de Río Negro fueron imputados por la justicia por los delitos de privación ilegítima de la libertad y robo.
El hecho ocurrió en Cinco Saltos, cuando ambos policías, en una clara violación de su deber, abusaron de su autoridad y sometieron a una mujer, expareja de uno de los involucrados, a una situación de violencia.
El hecho y la investigación
Según la reconstrucción de los hechos realizada por Diario Río Negro, el incidente tuvo lugar en pleno centro de Cinco Saltos, durante la mañana del lunes 30 de diciembre, cuando los policías realizaban rondas preventivas en un patrullero oficial. Al acercarse a un lugar donde la mujer esperaba un colectivo, uno de los agentes comenzó a discutir con ella, y en medio de la confrontación intentaron obligarla a subir al patrullero contra su voluntad.
En el transcurso del altercado, uno de los policías le quitó una mochila a la víctima, quien intentó recuperarla. Al hacerlo, la mujer quitó un celular que se encontraba entre las piernas del otro policía. Tras este incidente, ambos oficiales se retiraron del lugar, pero regresaron poco después para intentar intercambiar la mochila por el celular.
El secuestro y el robo
En ese momento, otros dos policías que patrullaban la zona se acercaron al lugar sin saber que estaban involucrados en un acto ilegal. Estos uniformados, inducidos al error, accedieron a subir a la mujer al patrullero, sin conocer los detalles de lo ocurrido. La víctima fue trasladada en contra de su voluntad por varias calles de la ciudad, hasta que finalmente la obligaron a bajar, momento en el que fue despojada de su billetera antes de que los agentes se marcharan.
Cargos y contexto de violencia de género
El Ministerio Público Fiscal formuló cargos contra los dos policías por privación ilegítima de la libertad agravada, en concurso ideal con secuestro y robo. El caso se desarrolló en un contexto de violencia de género, ya que uno de los imputados había mantenido una relación con la víctima, en la que ejerció violencia psicológica, física y simbólica, lo que agravó aún más el delito.
En la audiencia judicial, se solicitó la prisión preventiva para ambos policías, pero solo se concedió la medida para el agente que había mantenido la relación con la víctima. Este deberá permanecer en prisión durante la duración de la investigación, que se estima será de cuatro meses.
Este caso pone de manifiesto el abuso de poder y la violencia de género dentro de las fuerzas de seguridad, un tema que sigue siendo una preocupación central en la sociedad y en las instituciones encargadas de velar por la justicia.