El cierre definitivo de la planta de Fabricaciones Militares en Jáchal, San Juan, marca un nuevo capítulo en el proceso de ajuste del Estado.
Tras su cierre en junio de 2024, la planta ahora ha completado su desmantelamiento, con la subasta de todos sus bienes. La subasta se llevó a cabo de manera online a fines de enero, bajo la administración del Banco Ciudad de Buenos Aires. En ella se vendieron vehículos, mobiliario, contenedores y hasta una planta completa de producción de Sipolex.
En el momento del cierre, la planta contaba con poco más de 80 trabajadores, todos los cuales fueron despedidos. Inicialmente, la planta tenía como objetivo distribuir explosivos para la minería local, abasteciendo principalmente a Gualcamayo y planeando extender su alcance a la región Cuyo y el NOA. Sin embargo, esos planes no se concretaron, y la planta operaba únicamente para el suministro a Gualcamayo en los últimos años.
A pesar de las especulaciones sobre una posible privatización de la planta, el remate de todos sus bienes parece haber descartado esa posibilidad. Actualmente, solo queda personal de seguridad para cuidar las instalaciones desactivadas.
El cierre de la planta de Jáchal es parte de un ajuste más amplio en Fabricaciones Militares, y se rumorea que las instalaciones de Villa María (Córdoba) y Azul (Buenos Aires) podrían seguir el mismo camino en el futuro cercano.