Con la presencia del intendente Arturo Rojas, se puso en marcha este miércoles el proceso de compactación de cerca de 700 vehículos –entre autos y motos– que se encontraban retenidos en el predio municipal ubicado en Avenida 59 y 84. La iniciativa se lleva adelante en el marco del Programa Nacional de Descontaminación, Compactación y Disposición Final de Vehículos (Pro.De.Co.), dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación.
En total, se trata de 165 automóviles y más de 500 motocicletas que permanecían en condición de abandono o con infracciones graves, y que ahora serán transformados en chatarra reutilizable mediante maquinaria especializada que garantiza trazabilidad certificada del material procesado.
Sergio Nicolás, director de Tránsito municipal, explicó que esta etapa constituye el cierre de un expediente iniciado en 2024: “Cumplimos con todos los pasos legales que establece la normativa: se hizo un relevamiento, se publicaron edictos y se otorgó un plazo de seis meses para que los titulares reclamaran sus vehículos. Como no hubo presentaciones, las unidades quedaron habilitadas para la compactación”.
Además del beneficio ambiental y urbano, el funcionario destacó el valor social del programa: parte del material compactado será destinado a la Cooperadora del Hospital Ferreyra, mientras que otra porción irá a Nación, como establece el convenio del Pro.De.Co.
“Era necesario recuperar este espacio para mejorar su funcionamiento y permitir un trabajo más eficiente. Esto forma parte de un proceso que venimos desarrollando desde hace casi tres años, con controles diarios en la vía pública y el retiro de vehículos abandonados que entorpecían la circulación y el orden urbano”, concluyó Nicolás.