Una mujer de 89 años nunca imaginó que, a esta altura de su vida, iba a tener que soportar un episodio tan angustiante. Y, como está ocurriendo en la localidad de City Bell desde hace varios meses, la causa de ese hecho dramático fue la temida inseguridad.
De acuerdo a las fuentes policiales, el caso ocurrió en una finca situada en las calles 18 y 478. Fue en la jornada del lunes cuando la mujer escuchó ruidos en una puerta que da a un patio trasero y, antes de que pudiera llamar a algún familiar para pedir ayuda o, siquiera gritar, ya tenía a un desconocido con una pistola apuntándole a la cabeza.
“Cerrá las persianas, cerrá todo, colaborá, que no te voy a hacer nada”, fueron las primeras palabras del delincuente, al que enseguida se le sumó un cómplice. Así, con la situación bajo su control, los ladrones
empezaron con las amenazas de rigor y la exigencia de dinero y joyas.
Sin embargo, la jubilada les hizo saber de su condición y les respondió que no tenía nada de lo que le estaban pidiendo. Igualmente, no conformes con esa respuesta, mientras la mantenían callada, empezaron a revisar las distintas dependencias del inmueble en busca de objetos de valor.
