Realizar transferencias entre cuentas propias puede parecer una acción simple y sin riesgos.
Sin embargo, si no se cumplen ciertas normativas fiscales, estos movimientos pueden encender alertas en la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), derivando en pedidos de documentación, controles o incluso reportes por operaciones sospechosas.
Según las disposiciones vigentes para mayo de 2025, las transferencias por montos inferiores a $600.000 suelen no generar inconvenientes, ya que se encuentran por debajo del umbral habitual de fiscalización. Sin embargo, movimientos por encima de esa cifra, o saldos mensuales mayores a $1.000.000, pueden quedar bajo análisis, especialmente si no están debidamente respaldados.
Desde ARCA destacan que, incluso en operaciones entre cuentas del mismo titular, es importante tener documentación que acredite el origen de los fondos. Esto incluye facturas, recibos de sueldo, comprobantes de ventas, constancia de inscripción al monotributo o certificaciones contables. En el caso de montos elevados o ingresos irregulares, los bancos o billeteras virtuales pueden exigir comprobantes y, de no recibir respuesta en tiempo y forma, elevar un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) a la Unidad de Información Financiera (UIF).
Además, se debe tener especial precaución con las billeteras virtuales: si las operaciones superan los $2.000.000, entran automáticamente en el radar fiscal.
Recomendaciones clave para evitar problemas con ARCA:
- Responder a tiempo los requerimientos de entidades financieras.
- Conservar comprobantes que justifiquen la procedencia del dinero.
- Evitar fraccionar montos con la intención de esquivar controles.
- Consultar con un contador en caso de dudas sobre la documentación necesaria.
Estas medidas apuntan a prevenir sanciones y garantizar que las operaciones legítimas no se conviertan en un problema administrativo o legal.